El derecho internacional y su rol en la consolidación de la República del Perú
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Revista Oficial del Poder Judicial, 16(21), 2024, 347-370
A pesar de lo urgente del desafío, el interés peruano para fijar sus
límites territoriales tuvo que ser asumido gradualmente debido a la falta
de vocación de los Estados de la región para regular sus relaciones de
vecindad mediante tratados internacionales, en particular, para delimitar
sus fronteras. Mientras no fue factible ese cometido, se aplicaron medidas
prácticas y temporales (Novak y Namihas, 2020, p. 53) dirigidas a dismi-
nuir las tensiones entre ellos (ejemplo: suscripción de acuerdos de paz).
Como consecuencia de esta situación de incertidumbre respecto a
las fronteras, el Perú estuvo inmerso en una serie de conflictos territo-
riales durante los primeros cincuenta años de su vida republicana. Entre
1828 y 1841, nuestro país estuvo en guerra con Argentina, Bolivia, Chile,
Ecuador y la Gran Colombia y fue hasta superado este momento que pudo
contar «con un territorio y gobierno más o menos definidos» (St. John,
1999, p. 23). Detrás de las demandas territoriales, existieron también
razones de tipo estratégico y geopolítico para justificar el origen de
dichos conflictos. Por ejemplo, el Perú invadió Bolivia el 1 de mayo
de 1828 ante el deterioro de las relaciones con la Gran Colombia en el
norte y frente a la amenaza de verse atrapado en el sur por un gobierno
proclive a ella, liderado por Antonio José de Sucre (Ulloa, 1997, p. 256).
Luego de la derrota del ejército boliviano, se suscribió el Tratado de
Piquiza, el 6 de julio de 1828, y se logró la salida del poder de Sucre.
Otro conflicto emblemático de esta etapa fue la guerra del Perú con
la Gran Colombia (1828-1829). Dentro de las causas de este enfrenta-
miento se encuentran las reclamaciones sobre Jaén y Maynas formuladas
por la Gran Colombia, los pagos pendientes de préstamos generados
durante la lucha de independencia del Perú, el cuestionamiento y el
rechazo al liderazgo de Simón Bolívar, acrecentado luego de su retiro del
Perú en 1826, entre otras. La acción armada terminó con la derrota del
ejército del presidente del Perú, José de la Mar, en la batalla de Portete de
Tarqui el 27 de febrero de 1829. Los representantes de ambos países sus-
cribieron el 22 de septiembre del mismo año el Tratado de Paz y Amistad,
acuerdo Larrea-Gual, que estableció que ambas partes se comprometie-
ran a la reducción de las fuerzas militares en el sur de la Gran Colombia
y el norte del Perú, así como al reconocimiento de sus derechos sobre
los territorios que habían pertenecido a los virreinatos del Perú y Nueva