Discriminación por género: perversa connivencia social y política de hombres y mujeres
Llapanchikpaq: Justicia, 6(8), 307-336 331
Con justa razón, las Reglas de Brasilia sobre el Acceso a la Justicia
de las Personas en Condición de Vulnerabilidad, en su capítulo I,
sección 2, apartado 8, prevén: «Se prestará una especial atención en
los supuestos de violencia contra la mujer, estableciendo mecanismos
eficaces destinados a la protección de sus bienes jurídicos, al acceso a
diligencias, procedimientos, procesos judiciales y a su tramitación ágil
y oportuna. (antiguo artículo 20)» (Reglas de Brasilia sobre Acceso a la
Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad).
El derecho como objeto cultural asume una función pacifica-
dora y educadora, porque pretende cumplir la prescripción del «deber
ser» con su sanción, funciones como andamiaje a la internalización
de valores y costumbres culturales. Los sujetos van incorporando
progresivamente los valores de respeto a la diversidad, de no discri-
minación, de aceptación, de convivencia, y de respeto de los derechos
y voluntades diversas, asimilándolas progresivamente para lograr el
comportamiento del «deber ser» sin la necesidad de la amenaza de la
norma prescriptiva que le señale la conducta debida, es decir, se quiere
llegar culturalmente a la autónoma de lo normativo y que quede fuera
de vigencia por el cumplimiento espontáneo.
La discriminación estructural es vivida, practicada, aunque no
racionalizada; es sentida como un «deber ser» que es, por ende, prac-
ticado por todos los integrantes de la sociedad, inclusive por aquellos
que son víctimas del sistema (varones y mujeres). Para su eliminación
se requiere deconstruir ese «deber ser social, político e histórico»
mediante procedimientos cognoscitivos de educación desde el sistema
educativo institucionalizado y del sistema jurídico local, nacional e
internacional. Esta deconstrucción producirá molestias y daños entre
quienes usufructúan los beneficios de la discriminación (hombres,
arios, ricos, sectores acomodados, mujeres acomodadas, etc.). Habrá
resistencia y negativa al cambio por el perjuicio que les producirá y