Mujeres en la protección del derecho humano al medio ambiente en el Perú
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Justicia Ambiental, 4(5), 2024, 17-42
reportadas en 2020. Otra cifra escalofriante se refiere a las víctimas de viola-
ción sexual, pues diecinueve niñas y adolescentes, entre ellas cuatro menores
de catorce años y siete menores de diez fueron obligadas a ser madres en
2021. En el transcurso del tiempo se han dado casos de mujeres luchadoras
que con su valor han demostrado al mundo que se puede enfrentar los
problemas ambientales y defender los derechos humanos. Un mundo en
el que los desastres provocados por el clima exacerban las desigualdades de
género, al ser las mujeres las protectoras del núcleo familiar, situación que
expone y provoca que sean estas las últimas en comer, que enfrenten mayores
riesgos de salud y seguridad, al tener bajo sus espaldas la carga de trabajo
doméstico y de cuidado de la prole (Iberdrola, 2024).
Debido en gran parte a su pertenencia histórica a estos grupos vulne-
rables, las mujeres han hecho contribuciones significativas al discurso sobre
la igualdad a través del feminismo en todas sus formas; el mayor desafío de
hoy es garantizar el derecho a la diferencia y a la igualdad para combatir los
prejuicios y la inequidad (Cappelli, 2019). La igualdad formal dio paso a la
igualdad real ante la ley, en la evolución del principio humano. Con el fin de
lograr la igualdad para los grupos históricamente desfavorecidos o vulnera-
bles, actualmente es necesaria la acción afirmativa (tanto del sector público
como del comercial). Hoy en día el mayor problema es garantizar que las
personas tengan la libertad de ser diferentes e iguales para combatir la discri-
minación y la desigualdad (Rendón, 2021).
Toda esta lucha frente a la pugna entre la defensa del medio ambiente
y la extracción de los recursos provoca situaciones de grave peligro. Las per-
sonas defensoras de los derechos humanos en América Latina se enfrentan
a poderosas fuerzas económicas, los riesgos y las amenazas que incluyen ser
perseguidas y estigmatizadas, ser reubicadas por la fuerza, perder la tierra o
el territorio, ser torturadas, desaparecer y morir, sufren amenazas específicas
de violencia contra sus cuerpos y agresiones contra sus hijos, además de las
preocupaciones ya esbozadas (Tafur, 2022). Berta Cáceres, una mujer indí-
gena lenca que se opuso a los megaproyectos en sus territorios ancestrales
en Honduras, fue asesinada en marzo de 2016; y Cristina Bautista Taquinás,
una autoridad indígena nasa, en el departamento del Cauca, Colombia, fue