Catalina Tania Estrada Salvador Ramírez
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Ius Vocatio, 7(9), 2024, 91-115
directivos de la justicia penal, los avances recientes en tecnologías de la
información y las comunicaciones brindan oportunidades para mejorar
el control operativo, la toma de decisiones y la planificación estratégica,
aspectos que son fundamentales para el éxito de las entidades de la admi-
nistración de justicia, tales como la policía, los tribunales y los organismos
correccionales.
Si recordamos, anteriormente, los problemas relacionados con la
delincuencia informática solían resolverse mediante programas y contro-
les informáticos, partiendo de la premisa de que la respuesta a la máquina
residía en ella. No obstante, con la aparición de nuevos sistemas de pre-
vención y protección, los ciberdelincuentes encuentran nuevas maneras de
eludirlos. Por lo tanto, los profesionales del sector penal, conscientes de la
complejidad de los crímenes de alta tecnología, necesitan poseer conoci-
mientos especializados para llevar a cabo investigaciones y enjuiciamien-
tos efectivos en este ámbito, ya que, a pesar de la creciente incidencia de
los crímenes informáticos, existe una significativa escasez de operadores
de justicia con el nivel adecuado de conocimientos para identificar, inves-
tigar y juzgar este tipo de delitos (Segrera y Cano, 2010, p. 222).
De esta forma, la complejidad y el dinamismo inherentes a los
delitos informáticos subrayan la necesidad de personal especializado con
habilidades y aptitudes basadas en una continua actualización en tecno-
logías de la información y las comunicaciones, a contrario sensu, la caren-
cia de habilidades esenciales para investigar los crímenes informáticos
obstaculiza su adecuado enjuiciamiento. Por tanto, la falta de educación
y capacitación adecuada puede llevar a que los jueces pasen por alto o
malinterpreten evidencia crucial en la resolución de casos que involucran
sistemas informáticos.
Por ello, es imperativo brindar una formación inmediata a nuestros
profesionales del derecho en este ámbito, puesto que los jueces, los fiscales,
los policías y los abogados necesitan poseer un entendimiento adecuado
para enfrentar eficazmente este tipo de delito; de lo contrario, podríamos
enfrentar dificultades en el proceso de investigación.
Así, es esencial priorizar la actualización de los expertos legales en
este campo, comenzando desde la etapa de formación universitaria, pues